viernes, 5 de noviembre de 2010

el mal del mucho tonto (incluyente).

Tu sombra es más grande que tu cuerpecillo mortal (que debe serlo); sino es que eres un angelado, sin sexo, sin defectos, te asomarás y por lo que dice tu historial me herirás (otra vez) sin siquiera tenerme presente. ¿Porqué el mal de muchos es el consuelo de tontos? ¿modificaría algo el que te pase lo mismo que a mí? ¿o simplemente surgiría algún punto a favor que te haga ese omnipresente que lleva el estereotipo hecho carne, las ideologías hechas sangre, ese metal que reluce y sí es oro?
A ver, ¿desde qué parámetro me acorralás, desde qué talón de Aquiles salís y me dejás empastada como motor? ¿en qué partida de ajedrez te aposté la razón y la perdí? ¡Qué premio consuelo para cíclicos estados alterados! Mi sensación pulgarcita y tu sombra como nube en mi cabeza va formando espacios nublados, tormentas de rayos que impiden las bien amadas sinapsis neuronales. Acupuntura con contraindicaciones que siempre tocan el punto doloroso, el punto negativo de la G, frenándome, drenando la energía que ya no sabe cómo explotar. Demasiados desdobles como los de un abanico de papel van dejando marcado eso que era uno para ser varios espacios, donde me veo, en cada uno de ellos, haciendo la vertical, pintando el color de la voz, bañándome o cogiendo y vos asomandote en cada recoveco, mirándome con la pupila imperceptible de un águila con binoculares, puntuando. Y mientras hacés anotaciones al margen,veo la mueca de disgusto: hay que repetir la escena.
Corten corten, ¡CORTEN!
Hay algo de tinte paranoico en el discurso pero la sensación se vive más o menos así: la sensación de ser mirado, la sensación de desautorización con la sola presencia de una foto, de una persona que ni conocemos, que va siendo ya más que eso, es una quimera que todo lo hace mejor, elija el camino que elija; en las fotos espontáneas sale siempre bien, en un boliche a las cuatro de la mañana con ocho shots de tequila está peinado y va siendo más que eso, es un fantasma, un espejo donde reflejamos nuestras envidias simples y a la vez es un reflejo donde vamos diluyendo nuestra propia personalidad, con sus defectos tan hermosos, con sus bordes característicos que nos hacen nosotros mismos. Esa imagen-quimera es el sueño que quisiéramos ser, ante el que nos postramos a realizar autoflagelación. He escuchado varios testimonios que lo afirman: Vi una foto. ¡Es hermosa! ¡Tiene buen culo y buenas tetas y seguramente es inteligente y simpática!
A ver a ver.. pensemos un poquito: que sea hermosa no viene con el combo inteligente y simpática, y si se hubiera encargado el combo completo, inclusive hubiera pedido la cajita feliz del humor (o sea que, además de simpática, ¡sería graciosa!)
¿Qué tiene de malo?
Punto número uno: eso no la hace idéntica a uno mismo, sino seríamos clones y la vida sería bastante sórdida.
Punto número dos: que ella lo sea no hace excluyente que nosotros lo seamos. O que simplemente nos reconozcamos como seres diferentes, lo que hace a la diversidad del mundo y su riqueza.
Sigamos desarrollándolo un poco más: ¿hasta qué punto vamos a seguir la autocrítica? ¿cuál sería la solución del problema? Si pensaron en parecerse al ídolo en cuestión están entrando en un craso error. Copiar sería mutar o disfrazarse, parecerse; lo que, cuando nos demos cuenta, va a ser bastante doloroso. Cuando no te gusta una comida no la comés, punto aparte.
La quimera va debilitándonos, haciéndonos motores empastados que no luchamos por alcanzar la sonrisa sino que nos mortificamos con contemplar la ajena, la suya. El ser más angelado de esta tierra mancha su culo cuando caga (y ese argumento aunque realista, sigue la línea de pensamiento "mal de muchos consuelo de tontos") así que no podemos pretender no mancharnos el culo para decirle ¡jah! ¡te cagué! (valga la redundancia)
El problema habla más de nosotros mismos que del ídolo-quimera, que es una persona a la que disfrazamos de amenaza.

y ya está ya te dejo ir, tu sombra es más pequeña a medida que te alejás de mi imagen mental. así me siento un poquito menos "... de tontos"

domingo, 17 de octubre de 2010

fotoplasma. (prólogos)

La fotografía es esa pausa temporal que le da a la imagen un sentido subjetivo, es decir, la posibilidad de abstraerse en la fantasía unipersonal de lo que es, lo que pudo haber sido y -obviamente- lo que será. Esa interpretación está plagada de las propias vivencias del que mira; que no es otra cosa que un residuo de las varias imágenes con las cuales se conformó. El fotógrafo te presta sus ojos pero te deja elegir el lente.
En este punto considero que se parece un poco a la vida real, sólo que la pausa es más extensa y los reproches más constantes. Claramente el hombre aún no sabe dividir entre su ser y el ser colectivo, ya que entremezcla a los demás con su propia carne y, como el aire ajeno y prestado que respiramos, es una actitud que se vuelve necesaria para vivir.

Ahora bien, no entiendo si esa necesidad de cercanía y lejanía de una situación, si esa ansiedad por encontrarse en los demás y en sus propias escenas es realmente una impronta insoslayable o se nos presenta impuesta. Impuesta desde la postura puramente platónica no sólo de la belleza, sino de qué momentos o con qué finalidad se quiere dejar testimonio de una imagen. ¿Qué mensaje me querés transmitir? ¿Qué se siente que te miren los demás y te reconstruyan?

Más allá de todos estos interrogantes acerca de este arte que considero exótico, lo que verdaderamente importa es que en ese momento los protagonistas de la foto se sienten reinterpretados desde diferentes enfoques y perspectivas. A mí misma se me cruzaron por la cabeza millones de historias mientras sus 27 años hallábanse sosteniéndome en sus manos. 

nunca vas a encontrar tanta maldad hacia vos como en tus propios ojos me repite insesante la señora que me hace sufrir. y en esta intención febril e inclaudicable de sobreentender mi más profunda debilidad es cuando ocultar me pone aún más frágil. no me miro en mi propia mirada sino en su mirada mirándonos, a ambos, dos. 

dos. 

es eso. 

dos.

(...) 


 "en este vaivén sentimental aún salís perdiendo nena, pero en el trayecto mostrame lo mejor de tu apariencia y sentite hermosa y sentite sexy y sentite vos. sentime, porque en mi mirada nunca vas a encontrar tanta maldad como en tus ojos de demonio enjaulado. enjaulanos, porque en mis brazos nunca vas a encontrar tanta soledad como en esas noches de insomnio y acordes bajos. en esta imagen nunca vas a encontrar más fantasía que en la realidad."

fue así que me regaló el aliciente de no odiarme en mi tristeza y no tenerme miedo desde ella o por ella. 

"planchate el pelo y sentite puta, sentí que por hoy no importa nada más que el peso de ese tul sobre tu cadera ancha y amable. ¡hola! soy el amor hecho ideal." 

esa noche me dejó burlarme de su barba, me escuchó hablando de cosas que sólo yo conocía y que antes no podía decirle a nadie, me dejó boludear y bailarle alrededor, me dejó revolverle el pelo y obligarlo a acompañarme en pedo por san telmo. obviamente después entró en mi casa y adoptó mis sábanas; "sin sábanas da igual". si tengo suerte, cierro los ojos y todo es aún más irracional. (en éxtasis, lo que uso menos es la razón). después me deja dormir con él, aunque en mis sueños vuelva a abrazarme al otro que quiero y no encuentro (y hoy ya no lo tengo, porque últimamente ando loca y no puedo con nada). 

..quizás no sabía amarme, pero sí supo mirarme y brindarme la ilusión de reflejarme con su mirada.

 

 

(...) 


y claro, la matriz..

 

 

 

...el peso pictórico de sus 27 abriles abrazando mis 20 inviernos. 

jueves, 9 de septiembre de 2010

la sección donde no tenemos filtros no lleva mayúsculas.

a pesar de que es miércoles decido prender el porro que dejé por ahí. es miércoles, mañana tengo que madrugar pero no importa. si no llevo el escrito a los juzgados de retiro seguro me van a ver colgando del sexto piso de algún edificio del microcentro. pero no importa, tuve un día agotador; enmienda: hoy quiero reirme un rato y escuchar buen jazz o molotov, depende del entorno. y el msn está. está él también, que por ciertas abstracciones suyas apareció cuando el sol quemaba. siempre hablamos de cosas interesantes, o por lo menos a mí me interesan. también nos peleamos y recomendamos acordes.
esta historia me recuerda a las películas yankees, donde todas se quedan con el chico lindo de la preparatoria que encima juega en el equipo de fóotbal américan (y el primer y decisivo beso se lo otorgan cuando a ella la coronan reina del baile de graduación)
el desvirtuosismo me gobierna hoy.
¿qué pasa corazón? ¿ya no te gusta jugar?
callate que yo empecé con esto.
bueno che, no se peleen que para eso tienen el luna park. no es el medio ni el momento nena. lo tenía a él al otro lado; no olvido que detrás de este juego binario hay una persona. sentí que le gustaba y eso me gustó. no sé si prefería eso o la paz que me imperaba hasta ese momento.
en realidad sentí que me tocaban sin hacerlo. me gustó gustarle y me gustó sentirme gustada. me temblaban las manos como quienceañera loca y se me dibujó una sonrisa pícara plagada de adolescencia. me fumé tres cigarrillos al hilo y apreté nitro. es divertido ser vedette unos minutos.

perdí la cabeza.
¡despertate nena! la vida no es disney.

me voy a tomar un té de valeriana y a hacer zapping con las patas arriba de la mesa, es una noche para eso hoy.
(pequeñas ventajas de sentirse freedom cuando nadie te ve, y de conocer la secreta propiedad de una infusión)

miércoles, 25 de agosto de 2010

intento de desalojo

Fuera de mi casa, de mis ventanas siempre llenas de pasteles recién horneados, de los helechos de la entrada y de sus goteras ocasionales -sólo cuando llueve-, de la enredadera de su cabeza, de la puerta siempre abierta. Me estoy deshaciendo de los castillos en el aire, me vuelvo más huraña; bombitas de 25 watts zumban en mi cabeza dando un aire amarillento, el mismo empapelado, cortinas de terciopelo negro centinelas del sol atajan toda posibilidad de que éste se cuele en mi vida. No más alfombrita de welcome: welcome a retirarte.
Estoy replegando soldados que se refugian en mi casa: no más copias de llaves debajo de la maceta.
"Vos sabés cómo somos... nunca esperes que nos vayamos". Pero uno nunca sabe.
Líneas de peones; mi jardín: un ajedrez de defensa. Estrategias de pulseada, heladera vacía. Moscas hastiadas sobre la copa y las migas del plato que yace en la mesa. Fui abogada, defensora, psicóloga, jueza : fueron cartas documento, hipotéticas justificaciones, intentos truncos de comprendimiento y la verdad se me desnuda en cara. No hay una sola carta que pueda jugar a favor.
¿Qué me vas a venir a decir? No me pidas que apueste a un no sé qué donde siempre termino perdiendo hasta los zapatos. No te queda una excusa, una sola que pueda justificar todos tus actos. No me quedan más herramientas para entrar a la burbuja, al laberinto de donde siempre salgo con un rasguño. Es un constante goteo de sabor agridulce (que se fue poniendo más amargo) la casita de tejas se resquebraja desde sus cimientos y me duele el cuerpo de sostenerla.
¿Sabés? Siempre esperé un sol que venga desde el frente, pero el sol siempre está ausente. ¿Cuidarías al vegetal que crece dentro de mí, así como yo riego el tuyo?


...



¡HARTA!

domingo, 11 de julio de 2010

réquiem.

Esto es una plegaria, un anhelo de esos que deseas que se cumplan apretando fuerte los ojos, una oración, un deseo a grito descarnado que mientras lo pronuncias sentís cómo se te desgarra la garganta, en un estallido de libertad.Tenés la maquinaria pero tenés el palo en la mano, el pie haciendo click en la mina.
Sentís que tenés vista de lince tuerto. Aroma a violines se escuchan mientras te desenredás los cabellos. Fantasía es tu todo y neverland tu sueño. Vivís en una noche de verano, soñando. Sueño siempre va a ser sueño si no puede ser moldeado. Lo acariciás al borde del éxtasis REM. Cuando vas a tomarlo, hacerlo tuyo... te despertás.




domingo, 30 de mayo de 2010

la penélope.

Te miro irte a los toldos
la última vez que el viento te arrancó de mis dedos.
Se fueron soltando, desenganchando uno por uno.
Como si no quisieras irte, como si no quisiera que te vayas.
Me mirás y movés la cabeza para un lado y para el otro.
Como borrando la posibilidad de conocernos en otra vereda,
en otra paralela, del tiempo y de la vida.
Y me quedo esperándote.
Como mirando a través de una ventana,
corriendo la cortina, viéndote volviendo.
Acabo de parafrasear a Penélope,
qué estúpida.
Y mi corazón da un vuelco
a medida que pasan los días.
Y tejo las ilusiones soleadas,
que destejo cuando me ataca la noche,
la soledad, en mi cama.
Mientras volás, usas tu arenita del pasado,
y yo a puro prozac y migas de pan.
Te miré irte a los toldos
y te regalé al mundo, formalmente.
Porque te habías regalado antes de que me dejaras soltarte.
Vos, alitas y a cerrar punto arroz.
Yo, a los cucos del armario,
que vos, alumbrando el cuarto,
"zonzita, no existen".
Vos, a seguir poniendo más fotos en el álbum.
Yo, a ver las que ya están viejas,
nunca pude poner una nueva en el álbum cardíaco.
Y no vas a venir,
porque otros asuntos te van a retener,
y yo no te voy a esperar,
porque las raíces comerían mis pies,
otra vez, la Penélope, la estúpida.
Con una mentira cordial de por medio,
levantando su sombrero dice:
"buenas noches señora",
y sale de tu vida.



miércoles, 7 de abril de 2010

agustín.

empedrado, adoquín.
y los pies que sienten ese suelo sin concreto.
sólo aquellos que besaron con sus plantas el frío
saben cómo calentarla.
pies descalzos, ensangrentados
sin lagarto.


No me mires así, Agustín. Es simple.
No quiero entrar en la discusión sobre los ojos, que son complicados. Los ojos son como un tuco, nunca sabés lo que tienen. Siempre vienen con el 'ingrediente secreto' que te sorprende. Prefiero las cosas más simples, como los pies. Iguales. Estáticos. Unilaterales. Ahí está la clave. En un camino de empedrado, de adoquín, un reflejo de una historia. Pensados como un adorno para los criollos. Porque los adornos son un 'admirame y no me toques': hechos fueron para los españoles. ¿Dónde viste a una chinita en carruaje? Ni en una Billiken. Un adorno para la chinita, pues.
En esos adoquines caminan muchos pies. Sólo aquellos que los besaron con sus plantas y sintieron su frío van a saber darles calor. Mirá los pies descalzos, los zapatos agujereados en la suela que son un recordatorio de que nada es para siempre, de que lo que se tiene es relativo. En cambio, desconfiá de aquellos enfundados en lagartos. Porque son la metáfora de la sangre fría, tan exactos como el cuero con el que están hechos.
Los pies que sacan callos son los que nos caminan, los que llenan las calles de vida. Los que mancharían los adoquines con su sangre caliente bombeada desde su corazón... fuerte. Porque ellos, Agustín, son los que hacen que todo marche, son los pies sobre los que se apoyan los sueños propios y ajenos, los de todos.
Porque todos los ojos miran para adelante, pero hay que llegar hasta el horizonte...

domingo, 28 de febrero de 2010

rosarios.

(mucho por decir)

...

Tantos meses
(...)
hechos de rosarios de puntos suspensivos

.
.
.

lunes, 8 de febrero de 2010

popárticamente.

En esta larga noche hay demasiado violín que me estalla los tímpanos.
En esta larga noche, demasiados medicamentos que tomar para la resaca que me generás con tan sólo pensar, pensarte; en el "te" está la cuestión.
En esta noche de hedor y moscas verdes que rovolotean alrededor del vaso que siempre está llenándose de secretos, de gritos, de líquidos amarillentos a punto de rebalsar.
Esta noche de témpanos en las pieles, donde el sueño vence a la carne y así se acunan. El sueño debe vencer a la carne y quedar tiernamente dormidos con un ojo abierto, siempre pensando.
¿Qué me pasa? No sé, decímelo vos. ¿No sabés? Bueno, yo tampoco. No puedo conmigo hoy y mucho menos voy a poder con vos.
Tan pendiente tu ojo de águila de la lejanía de las cosas que están por venir (mirá que las salvaciones no vienen de arriba). No hay lluvias de felicidad que te inunden y te acomoden el mundo; "te" para vos. Yo hace tiempo que no creo en los héroes -nunca me salvaron de nada-. Y nadie te va a salvar a vos de tu locura y de la locura de los demás.
En búsqueda continua, recolectás semillas que nunca cultivás. Yo, que sería un helecho, una enredadera, crezco porque me nutro de vos para seguir. Porque las enredaderas nunca esperan ser regadas.
En búsquedas fatales, siempre buscando en círculos que me dan temor y, para ser sincera, amenazan mi fértil terreno de planta rastrera. Yo, que conseguí los méritos de un nombre azaroso y de rima familiar (que la ironía no derrita las letras, por favor); yo, que conseguí el mérito de ser un espejismo que a simple vista te parecería que es (uy, a ver si me la confundo), un poco más cerca, no. "No" no era. Soy la "me pareció, no, no era al final" (el "nada que ver" lo agrego yo, hijos de puta)

Me cansé de pensar mal de mí. Pongamos "modo superación" (ahí va):
Si no podés ver la locura que hay en mí es porque no sabés prender la mecha.
Desvocarme, montarme arriba del caballo, enrularme, drogarme y volverme a revivir, deprimirme popárticamente, hacerme reír y temer hasta perder el límite. Que me necesites mucho y de manera apremiante, que te haga brillar, dedircarme a ser tu rubí rojo furioso que nunca se decolora. Tu muñeca intelectual, tu geisha que demanda; no sabés prenderme la mecha.

domingo, 17 de enero de 2010

ciclotimia

Me siento bien, el aire es cálido.
Angeline está fumando y Juliette come pasteles con crema, cada una en sus propios mundos. Tranquilo y calmo, sin tensión. Hay veces que podemos convivir así, en silencio. Los humos de Angeline no me molestan, son una cuestión menor de ella. Juliette hace algo tan simple como comer pasteles de crema, algo tan inocente como todo lo que hace, pero no es un acto que al contemplarlo te dé lástima. Come con las dos manos muy cerca de su boca, como un ratoncito y, de a pequeños mordiscos, va como "royendo" la comida. Tiene miedo, como yo, como Angeline, de que no pueda terminar de hacer lo que hace: estar en paz durante un largo rato. Por eso mira para los dos lados nerviosa y hace ruido al masticar.
Angeline la mira de reojo y su pie comienza a hacer movimientos involuntarios de subida y bajada. Claramente se está poniendo nerviosa de verla comer así -el ambiente se pone denso y a mí ya me dan ganas de irme a otra parte-, pero no puedo. No puedo dejar que Angeline se moleste porque Juliette come de una forma que a ella no le gusta. Es intolerante con los demás. Y Juliette no sabe defenderse de una abusona de tal calibre. Me quedo cual espectador viendo en qué momento entrar en la disputa que todavía no comenzó pero que, como profecía, está por suceder. Suspiros y bufidos de Angeline. Juliette se da cuenta de que se está enojando e intenta terminar de comer antes de que se canse. La mira de reojo y baja los ojos como perro manso.

...

Angeline abofetea a Juliette, y a su vez aparece en su propia mejilla una marca roja donde se ven los cinco dedos definidos. Y mi cara afiebrada también. Y Juliette empieza a gimotear, acurrucándose, a la vez que la imito ocultándome bajo la mesa. Angeline desaparece, se esfuma y deja a una Juliette estupefacta, contemplando manchas en el piso, líquidos extraños y babosos, restos inertes. Juliette escucha ruidos. Presa del miedo no puede hacer nada, salvo abrir los ojos grandes y hacer una mueca de grito ahogado. Ahí es cuando yo la llamo "¡Angeline, Angeline! ¡Necesitamos que vuelvas! ¡Nos quieren hacer daño!" En la primera vez, que Angeline fue un ángel, acude ante el llamado. Está más iracunda que nunca. Nadie nos va a hacer daño a nosotras. Nunca. No piensa y golpea embiste empuja pega... Nos toma de la mano a ambas y las tres corremos hacia algún lugar.
Porque Angeline, Juliette y yo somos la santa trinidad que vive en mí, yo soy una siendo tres. Yo soy yo si está Juliette para sentirse como me sentí ese día debajo de la mesa. Y también soy yo si soy Angeline que aborrece no hacer podido ser antes ella misma y poder defender a Juliette como después lo hizo. Liberándose sin pensar nada, golpear embestir empujar. Hasta tener que agarrarnos a las dos del brazo y echarnos a correr.