miércoles, 4 de enero de 2012

el bar de mi casa

porro - fuego - bombacha - cagada - los gedes- gestualidad (mandibuleo) - figura - árabe - arena - gesel - playa - yoyó - infancia - pico dulce - una fantasia - venus - pezón - planeta - saturno - adiós - me voy - buena suerte y hasta luego - amigo - solidaridad - incucai - sonrisa - galletita - lezama - montañita - ecuador - dani - barcelona - raul - careta - la máscara - excelente - primaria - la gorda cris - ángelo - sociedad - macri - me dan ganas de vomitar - escherichia coli - bailarina - pareo - yeah! - culear - cordobés - rodrigo - me hace recordar cejas - máscara - venecia - barquito - cuadro.-

-luli volvió
-que bien que la pasó!! eoeo
-eoeo... igual se la extraño
-con agua y ajo, qué rico el ajo igual me cuesta escribir.
-no escribí nada
-QUÉ BOLUDO
-todita la noche tenés que bailar
-NO SÉ! NO SÉ NADA, BASTA
-OK.

jueves, 29 de diciembre de 2011

un mambito más que antropológico

"primera evidencia clara de hominoides bípedos con caninos reducidos en la sabana africana"

(no entiendo la conducta animal cuando se transpola al humano. llamarnos humanos nos despoja, justamente, de esta conducta que, aunque difusa, no deja de estar. si será conchuda la lengua que en su afán de nombrar niega verdades y pondera significados directos... pero si ayer me decía Carlitos que no me preocupara y siguiera mi rumbo, `el hombre es el hombre y es todo animal, eso no va a cambiar nena´. así y todo sigo pensando que exagera. si yo realmente soy capaz de elevar este suelo al nivel de la mente, si todos pudieran ver desde el horizonte de la tierra hacia arriba, nadie sería ni tan chiquito ni tan derecho, todos seríamos más bien diminutos y el cielo sería realmente algo sin fin... como cuando un perro-animal mira el firmamento sin mayor estímulo que mover el rabo)

"cara prognata, caninos largos, brazos largos también, falanges curvas; elevado dismorfismo sexual"

(si será sobervio el hijo de puta, encerrarse en un nodo conductista... ¡qué tanto! el Señor me dice que está todo bien pero las emociones mundanas son mucho más claras y sensibles. y yo estoy acá tratando de recordar tanta porquería inútil para después ejercer con lealtad y patriotismo el derecho a la crítica... escatológico, señores)

"el período Plio-Pleistoceno se caracteriza por un enfriamiento del clima mundial que resulta en un aumento de la aridez (2.5 - 1.5 MA)"

(¿será posible que la praxis sea mucho más que la praxis en sí misma? digo, si hablamos de la realidad y queremos transformarla, hay que poder vivir en la realidad. últimamente me molesta la posmopsicosis de ciertos sectores populares que no son justamente eso... y si vos supuestamente vivís en ella y por ella yo ya no soy ni real ni sensible ni práctica. dejé de ser. te encerraste en tu praxis. a mí me dejaste en frío. criogenia de las emociones fuertes: una consagración reemplaza a la otra. ¿cuál es la más honrosa?)


"modelo multiregional: continuidad regional entre formas arcaicas y modernas a lo largo del tiempo en cada región. ahora bien, ¿cómo se explica la evolución paralela de las poblaciones humanas?"

(¿y si me voy? a África, a Europa; qué lindo conocer la India, con su cultura tan poco comprendida por el mundo occidental... somos tan intolerantes que ni siquiera podemos dejar de creer que las vacas se comen)


"modelo fuera de África: todos somos descendientes de una población africana datada en 150 KA, que habría sustituído a todos los grupos arcaicos que, por ello, se habrían extinguido sin dejar descendientes"

(¿de qué carajo me están hablando cuando me dicen evolución? ¿de la de ellos o de la nuestra?)

jueves, 10 de noviembre de 2011

de cómo nos influencia el cine.

  
y como en la paradoja de los tiempos modernos
los medios no me hacen feliz...
pero yo soy la que está aunque no la veas

... 

(no creo que tener el corazón abierto sea un defecto)

viernes, 7 de octubre de 2011

cap. III


(aceite para las milangas, aceite para las milangas tengo que comprar, aceite para las milangas, aceite para las milang, aceit, ace, azzzzzzzzz)

-"No me dolía. De hecho no me duele... creo que me ofusca."
-eso te dijo??
-te juro, no me soltó otra cosa. me miró, se sonrojó un poco y me dijo "Ya sé de lo que vas a hablarme. No me dolía. De hecho no me duele...creo que me ofusca." y no tuve el suficiente coraje para preguntarle como estaba, qué sentía, si quería un abrazo al menos.
-viste si lo necesitaba??
-la miré a los ojos y no lo dudé, pero en el fondo no lo sentí tampoco. la vi y pensé en que la abrazaría por vos para que sienta que todavía hay alguien que puede abrazarla hasta volar... pero me contuve. por eso tampoco le pregunté nada... boludo, no me dio la mínima chance.
-mmm. al final de cuentas no me servís ni de espía, voy a tener que seguir obligándola a que me vea la espalda.
-y a que memorice tu nuca.
-ladran, sancho...
-y vos no avanzás.
-nah, pasa que a mí lo que me conmueven son los arcoiris... si tengo que peinarla me la baja. y me da miedo.. acomodarle la cabeza no es cosa de hombres, es cosa de amores. y yo no tengo ganas de endulzarme.
-te volviste práctico.
-la practicidad es a mí lo que el amor es para ella. y no tengo ganas. no. ahora no.
-te creia más pillo, sancho te pasaría por encima.
-vergüenza siento siempre... pero soy un tipo plástico también. jugar con fuego es quemarse, no me jodan. y yo sé lo que es quemarse.


(el gato me durmió el pie, me duele el pie el pie me duele, es calentito el gato en los pies, dormir con medias es lo que me gusta, es lo que más me gusta, porque cuando me despierta el gato a esta hora me las saco y mis pies parecen algodón, viste?? mirá qué linda sensación, es lo más, es genial, es es eessszzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...)

-qué dice don Braulio?
-Juana, que pispireta se la ve hoy, en que la puedo ayudar?
-deme vinagre
-para qué?
-para las heridas.
-otra vez??
-otra vez sopa.

(mañana comemos sopa, sopa comemos, mañana comeremos sopa y pasado también; ¿pasado pisado? mi pasado duele pero no me pesa, me moldea; llueve, que linda la lluvia, la lluvia moja la lluvia calma la lluvia es la musiquita de mis sueños futuros, tan acuosos como la sopa, la sopa, otra vezzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...)

martes, 13 de septiembre de 2011

cap. II

me desperté.
a mi lado estaba su cuerpo largo, negro como el universo visto de lejos, amable como los viejos peronistas; pero a la vez tan endeble y tan pedestre como una caja de cigarrillos vacía.
me recompuse.
¿qué hacía felipe durmiendo al lado mío? eso, simplemente dormir.
me levanté.
me cepillé los dientes.
puse la pava
(¿qué estoy haciendo? se me caen las ideas arriba de la hornalla)
entonces recurrí a ese tema de yann tiersen que me salva de la  melancolía. me senté bajo el quicio de la ventana y la luz entraba escurriéndose entre la persiana, como si bañándome así pudiera, finalmente, aclarar mi cabeza.
mientras sorbía el té y el disco seguía reproduciéndose, se levantó felipe, todo él, toda su anatomía y todo su esplendor estaban parados frente a una niña envuelta en mujer. lo miré fijo, como si pudiera  de ese modo proyectarle un mapa en su retina y así me ayudara a traducir toda esa complejdad.
me miró, sonrío
-¿me devolvés la camisa?
-quedaría al desnudo, con la luz fragmentando mi frágil cuerpo. -rió
-frágiles son los que vuelan.
no hice más que levantarme, buscar mi bata, devolverle la camisa y volver bajo la ventana.
mientras se vestía recordé a yann tiersen, recordé el vuelo perdido, recordé mis pesadillas, recordé todo y me olvidé de mí..
-¿sabés? los sueños son hermosos, pero esto no es hollywood nena. y yo quiero alguien que no vuele lejos mío.
-entonces a nuestro tiempo lo divide el espacio.
-sep. nos vemos el próximo lunes.
agarró su mochila negra cargada de colores, la cerró minuciosamente.. y se fue.

martes, 9 de agosto de 2011

en la cara.

Tenés color a sol moribundo en la cara (esa nostalgia amarillenta); y mirás por la ventana esperando algo que no viene, viendo qué hay más allá. El horizonte nunca se termina para nadie, uno quiere llegar al final pero siempre queda muy lejos. Pero en tu ventana hay un paredón como toda promesa, y ahí es cuando se te viene la noche en el semblante que palidece levantando preocupación en torno tuyo. Hacés ese gesto de "qué le vamos a hacer" y sonreís como restando importancia.
Las caras ya no te clavan los ojos y destejen quilombos. Pero yo que nunca supe mirar, te miro. Cuántos resúmenes hiciste en un minuto cuando tendrías que estar escribiendo a lo guarro para contárselo como un cuento a tus nietos. El libro a medio terminar: no tenés todavía tu árbol; no plantaste tu porotito. Y ya andás haciendo resúmenes.
Pienso todo eso mientras te miro y me indigna pensarlo. Creí que cambiar de rubores te haría mejorar; yo, que tuve que poner paños fríos para calmar mi fiebre.

martes, 21 de junio de 2011

acerca de las mamushkas

En la soledad no te quedás callada, hablás para vos. En la soledad no te vestís para nadie, así como nadie te critica nada, el otro es tu yo que se mira en el espejo y se aprueba; o no. En la soledad no te cohibís, no sufrís ataques de caras redondas o peritas, no sentís vergüenza. En la soledad hallás la desnudez, nada empalaga tus oídos ni los aturde, volás con el combustible de tus propias fantasías, no existen las comparaciones para arriba o para abajo. Nadie te baja el pulgar ni te invita a subir arriba del dedo del ego. En la soledad, el piano de tu corazón toca una canción lánguida de fondo; esto de la soledad tiene algo de acogedor y de remoto, algo de sepia y de foto. Todo, todo se detiene y manejás la rienda de tu propio tiempo, lo estirás como chicle y lo comprimís hasta reventarlo como un globo. Pensás, en tu más completa soledad qué hacer, te vas quitando la ropa, los maquillajes, los perfumes. Huele a vos por todos lados. Las capas de la cebolla se van abriendo como una flor, a veces del más irónico perfume o del más pestilente hedor. Y ahí estas, debajo de todas las cáscaras de la mamushka, la más pequeñita, el corazón de la nuez. En el centro de la soledad hay una sola persona, una metáfora, un ideal, un pequeño trocito de madera, una semilla. Esa soledad placentera, dualista de un mundo a tus anchas y reglas, pagando el carísimo precio que deja un gusto amargo en la boca. Es que cuando mandás un poquito a la mierda al anchísimo mundo, retirás el ejército de raíces que se repliegan hasta la trinchera hecha de metáfora, de vino anciano. Te ponés como una castaña vieja que lima sus darditos custodiando su corazón blandito. Soledad dualista que te protege del exterior pero no del interior de la soledad. La soledad nunca es sola cuando quedás a merced de vos. El otro te saca de tu discurso, te viste, te pone pelos y señales, interpreta tus raíces y encierra una mamushka adentro de la otra. ¿Quién sos cuando te quedás desnuda? ¿Qué querés hallar dentro de la soledad, sino es conversar con vos mirándote a la cara? ¿Quién conversa con quién? En la infinita soledad, esa que detiene el tiempo, desdoblás tus matices y ves el color que hay en los grises. Sos vos mismo hablando con tantos vos que ya no estás solo. ¡Y esos yo hablan todos al mismo tiempo! ¿Adónde van todos esos yo? ¿Qué rienda los mantiene unidos?¿Qué quieren? ¿Quiénes somos? ¿Somos democráticos con todos ellos? ¿Los escuchamos a todos por igual? ¿Quién comanda ese manicomio?
Ese universo de códigos y combinaciones inimaginadas. Ese contrato social que hacemos con nosotros mismos.
Nos amigamos y nos odiamos, te divorciás, te reconciliás, ese gris que impone el tinte que le da color al matiz universal de tu soledad. Aprendo a convivir con mi soledad porque me asusta ella toda, aprendo a vivir conmigo misma y pronosticar mis tormentas. Abrir el paraguas cuando es conveniente. Aunque asuste. Así como no imagino un mundo sin verde, no imagino un yo sin esos mís. Es más, la soledad no es tan sola. Es un tiempo que te tomás para discutir, para conciliar, para una polémica de bar...

sábado, 11 de junio de 2011

cap. I



..válgame la vida notable caballero, pídame cualquier cosa.. menos que le crea.

miércoles, 8 de junio de 2011

una turba de signos.

mientras él iba soltando las palabras me preguntaba si había logrado dominar los tendones de mi cara; qué parte se estará moviendo, una ceja tal vez, las pupilas se estarían achicando, las comisuras se echarían hacia atrás o hacia abajo. tendré el ánimo, de aquí a pocos segundos, de mirarlo directamente y si lo hago no bajaré mi mirada a su nariz o a su boca o en caso extremo fuera de su cara, y con mirada exiliada él se dará cuenta, sin duda, sin remedio. y qué, qué importa me decía, quizás la turba facial de signos asaltarán sus palabras, flaqueará su voz, enseguida se alinearán las caballerías explicativas: es él o lo que dice, quizás sólo piense que me incomoda o que estoy nerviosa por otra causa. hay tantas razones para estar ansiosa, le podría decir que hace pocos minutos por poco no me atropella un perro.

vulgaridades, me advierte. y mis manos, dónde están mis manos.

la una agarrada al botón de mi camisa; por suerte todavía existen botones y existen camisas, aunque por el calor me gustaría estar descamisada; y la otra, sueltita, liberta, suspendida entre nosotros, lo topa, y si alzanzo a tocarlo es que soy yo la tocada ¿o no? frente a mis maniobras no apunta nada. originalidad ante todo, dice, y yo escucho orígenes. el lugar común algunas veces, le digo, tumultuosa lo enrumbo, nos conecta, nos relaciona. ¿no estamos caminando juntos?, le pregunto. pero en el alboroto de voces ni siquiera yo me escucho bien, frases sueltas como mi mano, puntos suspensivos de mi camisa. no tiene categoría y yo les digo que no las respeto. no se iguala ni fraterniza, cree que hay un cambio de papeles, pero le digo que comentamos el mismo texto aunque no lleguemos a nada. suspiro y él no se lo come. sin darse cuenta me dispersa, no da cuenta de mis desmanes bulliciosos. me despido y, sin darse, se distancia.



viernes, 25 de febrero de 2011

lavadero atemporal.

Parece que no pasa nada. Como la superficie del mar, justo así. Tal vez por eso me fui al cine, para no pensar, porque no entiendo qué es lo que da vueltas y se filtra en esta mirada como de no estoy, en esas hormigas que me recorren y me impiden poner mucha atención, en esta necesidad de cercanía y espacio al mismo tiempo, en estas ganas de apagar las luces y cerrar la puerta con un letrero que diga: cerrado hasta nuevo aviso. La película estuvo buena, se parecía a la vida real aunque uno desearía que la vida fuera así, al parecer las hormigas se quedaron en el cine por unas horas, aunque más tarde me encontraron de nuevo y con ellas la sensación de todo está mal/todo está bien.